Limpieza eficaz y ecológica de tu piscina
Otra forma de mantener tu piscina en perfecto estado.
A diferencia de lo que mucha gente piensa, el cloro no es la única manera, ni las más efectiva de mantener una piscina limpia y cristalina.
Como muchos hemos podido experimentar de primera mano, las piscinas cuidadas con cloro tradicional producen irritación cutánea y ocular tras un baño prolongado, siendo a veces incluso tan molesto que obliga a abandonarlas.
Electrólisis
Este problema se puede acabar mediante la electrólisis. Esta desinfección es natural, siendo por lo tanto mucho más sana para el medio ambiente y para nuestro organismo, y evitando irritaciones tales como las que produce el cloro. Aunque el agua de nuestra piscina pase a ser salada, esta cantidad (entre 3 y 5 gramos de sal por litro), es 9 veces menor a la cantidad de sal en el mar, siendo muchas veces incluso imperceptible.
Otra gran ventaja es el mantenimiento mucho más sencillo y menos laborioso que conlleva en comparación a las piscinas de cloro tradicional. A diferencia de lo que ocurre con el agua, la sal no se evapora, y el proceso de limpieza es cíclico, por lo que hay que añadir sal mucho más esporádicamente que lo que deberíamos hacer con el cloro.
Aun así, es imprescindible seguir midiendo los niveles de pH y cloro constantemente, para poder determinar así si nuestro sistema de electrólisis está funcionando correctamente.
Además, la cantidad de cloro producida es limitada, y no podemos asegurar una producción elevada del mismo cuando es necesario. Por ejemplo, en una ola de calor con días de altas temperaturas, es posible que el cloro se evapore más rápido de lo que se produce, pudiendo traer consecuencias como la aparición de pequeñas algas. En este caso es recomendable añadir algún tipo de cloro líquido o granulado directamente al agua.
Como hemos podido observar, aunque la inversión inicial de un sistema de electrólisis sea elevada, trae beneficios inmediatos y ahorro de mantenimiento, siendo una opción más que valida y recomendable para nuestras piscinas. De esta forma, aportaremos un pequeño granito de arena a nuestro medio ambiente, usando un tratamiento mucho menos agresivo, y de carácter 100% natural.